Alimentos orgánicos, moda o verdad

Si hacemos un poco de memoria, cualquiera de nosotros puede recordar algún gran escándalo cuyo referente es la industria alimentaria: alimentos manipulados, aditivos prohibidos, ganado alimentado con productos dudosos, intoxicaciones masivas que, en algunos casos, dejan lesiones permanentes, aparición de nuevas enfermedades del sistema inmune…
A lo que podemos añadir las técnicas de manipulación genética y los cultivos a base de semillas transgénicas con sus consecuencias para la salud que aún no están demasiado claras y los intereses económicos que conllevan los cultivos a gran escala.


¿A qué precio estamos pagando la producción masiva, el abaratamiento de los insumos externos, la mecanización de los cultivos y la mano de obra barata? Es cierto que la demanda de la población requiere un aumento de la producción, pero tampoco estos métodos aseguran los recursos a la totalidad de la población del planeta.


Ciertamente, los estudios científicos sobre la superioridad nutricional de los alimentos orgánicos están aún en pañales, tarea pendiente y urgente de los gobiernos y organizaciones para la salud, pero en cualquier caso, ¿no es motivo suficiente tener la seguridad de que aquéllo que comemos nosotros y nuestros hijos no está al menos contaminado con productos químicos como pesticidas, herbicidas o abonos sintéticos? 
Por suerte, parece ser que para una mayoría creciente de la población sí que lo es.
Valores como el consumo consciente y responsable, sólo pueden afianzarse desde la educación temprana y el amor y el respeto al planeta que nos sustenta.




Alimentos orgánicos no certificados


Como sabéis, existe un tipo de agricultura ecológica al margen de las cadenas de distribución, como es el caso de muchos países en vías de desarrollo, donde los sistemas agrícolas sin duda cumplirían los requisitos que impone el certificado orgánico.

Esta agricultura puede denominarse “orgánica” siempre que se lleve a cabo con un propósito consciente. Puede suceder que encontremos cultivos donde no se utilicen insumos sintéticos y, sin embargo, los suelos estén degradados por falta de una gestión compensatoria de enriquecimiento del suelo. Este tipo de agricultura no es sostenible y no podría denominarse “orgánica”.


Alimentos orgánicos no certificados


Es muy difícil cuantificar el impacto y la extensión de este tipo de cultivos, porque en su mayoría coexisten al margen del mercado y del sistema oficial de control. Generalmente son productos cultivados para el autoconsumo o, en algunos casos, para su distribución a nivel muy local, ya sea en pequeños mercados urbanos o en pueblos.
En cualquier caso, según los estudios realizados, esta práctica incrementaría la productividad en conjunto de los sistemas agrícolas y ahorraría gastos en insumos externos.


productos orgánicos de temporada


En los países desarrollados, sin duda habéis oído hablar de grupos locales de apoyo a este tipo de agricultura orgánica, con programas específicos para la distribución de productos orgánicos de temporada donde se establece un punto de reparto y se hace entrega a domicilio. En estos casos los precios suelen equipararse a los de los productos orgánicos certificados, o bien, se establece un acuerdo voluntario entre productor y consumidor.


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Muchos de vosotros os preguntáis por qué los alimentos orgánicos o bio son más caros que los convencionales si, al fin y al cabo, proceden de cultivos en apariencia “naturales” que necesitan menos compuestos químicos y aditivos.


alimentos orgánicos, bebidas orgánicas


Ante todo, aclarar que aquí estamos hablando de alimentos orgánicos certificados. Como sabéis la obtención del certificado orgánico es un proceso largo y bastante controlado.

Pero también existen otros motivos, y el primero responde a la ley de la oferta y la demanda. La oferta de alimentos orgánicos certificados, de momento, es bastante limitada en relación a la demanda. Como consecuencia de ello, al tratarse de volúmenes pequeños, las cadenas de distribución son ineficaces y más costosas.

Además hay que tener en cuenta que, como garantía de calidad, está expresamente prohibido manipular de forma conjunta alimentos orgánicos y los que no lo son, por lo que, tanto para la elaboración como para el transporte deben separarse, lo cual aumenta los costes postcosecha.




Y es que también en el precio de los productos orgánicos certificados están incluidos beneficios y servicios de los que aún no somos del todo conscientes.

Por ejemplo, la protección del medio ambiente y la reducción de gastos futuros en mitigar los efectos de los contaminantes. También los precios más elevados sirven para compensar los períodos de rotación necesarios para mantener la fertilidad de los suelos.

Tanto los animales como los agricultores se benefician de la falta de contacto directo con plaguicidas y pesticidas, así se evitan futuros gastos médicos y riesgo de extinción de especies.

La agricultura orgánica o ecológica precisa más mano de obra que la agricultura convencional, lo cual encarece el coste pero a su vez asegura empleos dignos e ingresos justos y suficientes para un gran número de familias o pequeños agricultores.




Dar la vuelta a la tortilla
Se espera que, en relación a un fuerte incremento de la demanda de estos productos, la innovación tecnológica y la economía de escala sean factores determinantes con cuya colaboración, el precio final de los alimentos orgánicos pueda reducirse considerablemente.


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2015 año internacional de los suelos


La Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), promueve 2015 como el año para el cuidado de los suelos.
Los suelos sanos son la base fundamental para la producción de alimentos saludables, pero ¿Qué entendemos por un suelo sano?

Es asombroso lo que nuestra alimentación depende del cultivo, la base para la agricultura y la producción alimentaria: casi el noventa y cinco por ciento de los alimentos que consumimos provienen de forma directa o indirecta del suelo.


bebidas orgánicas, análisis y beneficios


Un suelo sano aporta dos factores imprescindibles: nutrientes como agua y oxígeno por un lado, y sustento y protección para la prosperidad de las raíces de las plantas por otro.
Por lo tanto, debemos pensar en nuestros suelos como sistemas vivos dotados de una intensa y dinámica actividad. 


bebidas orgánicas, análisis y beneficios


En efecto, allí se mantienen múltiples comunidades de organismos capaces de controlar las enfermedades, plagas y malezas, de formar simbiosis con las raíces para reciclar nutrientes o actuar como elemento de retención de humedad. Todo ello mejora de forma considerable la producción agrícola.

Por último, unos suelos sanos colaboran contra el cambio climático mediante variaciones en su composición de carbono.
Como veis, un buen año para aumentar nuestra conciencia de la importancia del suelo en nuestro planeta.

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Los zumos orgánicos.


Hoy sabemos que existe una clara relación entre obesidad y diabetes, así como la aparición de enfermedades bucodentales como consecuencia de una dieta en la que se consumen bebidas excesivamente azucaradas. 

Los zumos orgánicos se elaboran a partir de frutas con certificación orgánica y, por lo general, una de sus mayores ventajas es que contienen menos azúcares que los zumos convencionales. 

Además, por lo general los colores que presentan son los auténticos colores de la fruta, sin añadidos artificiales ni edulcorantes químicos.



La producción del café orgánico.



Las materias primas de las bebidas orgánicas, como el café orgánico, se cultivan sin la intervención de elementos químicos.

Su siembra se realiza generalmente a la manera tradicional, esto es, a la sombra de otras especies de árboles más altas que crean un microclima de temperatura y humedad.
A su vez, las especies de pájaros que habitan en los árboles controlan las plagas de insectos dañinos para el cafetal.

Este tipo de producción contribuye a la mejora del terreno haciéndolo más fértil. Como consecuencia, también las aguas están exentas de contaminantes.

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Café orgánico y consumo consciente



El cultivo del café orgánico está estrechamente ligado al sistema de comercio justo, ya que asegura en los lugares de origen el trabajo digno, al margen de la explotación infantil y la desigualdad salarial.

La adquisición de café orgánico supone no sólo beneficios para el medio natural, sino también apoyar el medio de vida de gran cantidad de familias que viven gracias a estos métodos de cultivo.

Más del setenta por ciento del café orgánico mundial procede de América Latina. Los principales exportadores de este tipo de café son Honduras, Colombia, Perú, México y Bolivia.

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Razones para consumir vino orgánico.


  • Los nutrientes de la fruta orgánica son significativamente superiores. En el caso de la uva, fósforo, magnesio, vitamina C o Hierro. Además existen menos nitratos que en los vinos de producción convencional.
  • Si a ello le añadimos la buena calidad exigida de la fruta, el resultado final es un vino más natural que puede alcanzar llamativas intensidades en aroma y sabor.
  • Así mismo se ha comprobado que las uvas tintas que no han sido rociadas con fungicidas químicos mantienen mayores porcentajes de resveratrol, elemento que tiene efectos benéficos sobre el colesterol y la oxidación celular.

Elaboración del vino orgánico.



Para producir vinos orgánicos no se permite la utilización de uva dañada o alterada por otros medios. Tampoco pueden clarificarse las mezclas con taninos o caseínas o utilizar procesos térmicos no autorizados. El dióxido de azufre está restringido.

En este tipo de bebidas orgánicas, tanto la acidez volátil como el prensado o estrujado intensivos están controlados.

Se permite la utilización de levaduras exentas de modifiaciones genéticas, técnica de frío y clarificación a base de bentonitas o proteínas naturales. Por último, los tapones deben ser de corcho natural entero.

Certificado orgánico


Las normas de certificación se establecen mediante agencias certificadoras privadas, aunque muchos países han creado sus propias normas certificadoras. Los logotipos son muy importantes porque inspiran una gran confianza en el consumidor.

La Unión Europea, Estados Unidos y Japón tienen normas específicas para los exportadores que ingresen en estos mercados, donde el etiquetado orgánico está perfectamente regulado.

Los costos de las agencias internacionales son más caros, pero a cambio sus certificaciones son reconocidas en la mayoría de los mercados extranjeros.

La Cerveza orgánica.



Dentro del las bebidas orgánicas, la cerveza orgánica mantiene una claridad extraordinaria sin tener que recurrir a métodos de filtrado o agentes químicos externos.
Tiene un sabor definido, limpio y sabroso muy apreciado por los amantes de la cerveza.

En general, la malta orgánica contiene menos proteína que a su vez facilita la obtención del producto final con menos problemas. Su fermentación es más eficiente que la de una cerveza tradicional.

El control de los alimentos orgánicos



Los productores de alimentos orgánicos están fuertemente controlados, pues únicamente pueden utilizar los agroquímicos autorizados y jamás semillas o plantas transgénicas en sus cultivos.

Los fertilizantes habituales son compost, polvos minerales y sustancias de origen orgánico. Los métodos agrícolas se basan generalmente en el sistema de terrazas o barrera natural que evita la erosión del suelo.

A su vez y, aunque no existe aún obligación, se promueve el empaquetado y envasado ecológico para la presentación final al consumidor.

Bebidas orgánicas saludables




Los beneficios fundamentales que entraña el consumo de bebidas orgánicas se sintetizan en los siguientes principios:

  • Están libres de productos tóxicos que persisten a través del cultivo de las materias primas.
  • Son más nutritivas. Sus materias primas presentan una mayor concentración de materia en relación a la composición de agua, lo que se traduce en mayores proporciones de vitaminas, proteínas, azúcares y minerales.
  • Las conclusiones publicadas apuntan también a un mayor porcentaje de compuestos beneficiosos para la salud como polifenoles y antioxidantes hasta en un incremento del 50%.

Además:

Los países productores en vías de desarrollo exportan variedad de productos orgánicos con éxito, lo que repercute en la formación y la investigación de cultivos y la mejora de la economía

El origen del método de cultivo orgánico.




Una mayor producción unida al abaratamiento de costes dio como resultado el empleo a gran escala de productos sintéticos, hecho que ha favorecido la aparición de diversas polémicas en cuanto al mantenimiento del ecosistema o a los residuos tóxicos que persisten en los productos agrícolas. 

Podemos incluir también los efectos aún inespecíficos de los métodos transgénicos en la salud.

A consecuencia de ello, en las últimas décadas, se ha observado una progresiva sensibilización de la población, que busca una nutrición más sana sin efectos indeseables.

La agricultura orgánica según la FAO



Así define el sistema de agricultura orgánica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación:
“La agricultura orgánica es uno de los numerosos métodos de producción inocuos para el medio ambiente. 
Los sistemas de Agricultura Orgánica se basan en normas de produccion concretas y precisas que tienen por objeto conseguir agroecosistemas que sean social y ecológicamente sostenibles. 
La agricultura orgánica se basa en la reduccion al mínimo de insumos externos, evitando el empleo de fertilizantes y plaguicidas sintéticos.”

La verdad sobre los productos orgánicos




The Organic Center publicó en 2008 el compendio científico sobre la Superioridad Nutricional de los alimentos Orgánicos, en el cual deja constancia de la superioridad nutritiva en promedio de los alimentos orgánicos de origen vegetal.

En este sentido existen proyectos sobre estudios de alta calidad que permitan explorar las conexiones entre prácticas de producción y densidad nutricional a fin de perfeccionar el sistema global de agricultura orgánica.

Las conclusiones publicadas apuntan a un mayor porcentaje de compuestos beneficiosos para la salud como polifenoles y antioxidantes hasta en un incremento del 50%.


Veracidad y desarrollo de los productos orgánicos



El estudio científico adecuado sobre los productos orgánicos se ha convertido en una tarea pendiente a nivel mundial, y no solo por la salud de la población, sino porque el mercado de productos orgánicos está creciendo de forma exponencial, lo que a su vez repercute en beneficio de países productores en vías de desarrollo.

Por tanto, podemos decir que los objetivos de la agricultura ecológica a medio plazo se concretan en :
  • Mayor concienciación de la población sobre los problemas de la salud y del medio ambiente.
  • Promoción, formación e integración en los mercados de grupos minoristas de producción con políticas de apoyo en los respectivos países.
  • Desarrollo de productos orgánicos e innovaciones en los procesos de empaquetado y envasado ecológico.

Bebidas libres de productos sintéticos



Llamamos alimento orgánico a todo producto originario de la industria agrícola obtenido bajo unas condiciones muy específicas. En todos los casos, el método orgánico de producción está libre de productos sintéticos:
  • Sin pesticidas ni herbicidas.
  • Sin fertilizantes artificiales.
  • Sin antibióticos.
  • Sin aditivos ni conservantes.

Por lo tanto, las bebidas orgánicas se elaboran a partir de materias primas obtenidas bajo estas mismas condiciones.