Dentro del las bebidas orgánicas, la
cerveza orgánica mantiene una claridad extraordinaria sin tener que recurrir a métodos de filtrado o agentes químicos externos.
Tiene un sabor definido, limpio y sabroso muy apreciado por los amantes de la cerveza.
En general, la
malta orgánica contiene menos proteína que a su vez facilita la obtención del producto final con menos problemas. Su fermentación es más eficiente que la de una cerveza tradicional.